En el perfil desdibujado de la sombra,
huyendo, me encontré
quizá, de donde no podía. Esa oscuridad que, al mirar,
sangra, en su retorcer la lucha.
Pero, escapar,
placebo inútil
ante la caníbal voracidad de lo inasible...Es posible,
incluso humano, sentir la tentación
de un enrocarse,
o ceñir fronteras en anillo....Sí.
Cabalgar el olor sin luz de la rendija
a golpe de miedo y voluntad,
no es proyecto que encandile mediodías....Mas,
sólo en la profundidad
se esconden las listerias
y el tendón bastión de aquel genoma, crisálida que fue,
que sigue siendo.....dentro o fuera de la tinta,
lo que somos, mientras somos.
De Pilar Iglesias de la Torre