domingo, 22 de abril de 2007

ACÓNITO




No es oro todo lo que reluce.



ACONITUM NAPELLUS , la más venenosa de las plantas europeas.
Un mg del tóxico puede matar en menos de 1 hora a un mamífero de 60 kg.


Abundante en todo el Pirineo.







Nunca la muerte
engalanó tanto su erótico beso como tú
cuando cortejas la mirada
por encima de la página agreste de la adolescencia.
Casi hasta nos ruegas
con la impoluta imagen de tu belleza mate.

Vistes tu manzana de lascivos alcaloides
prometedores mostrando imposibles paraísos
en tu pirámide ingrávida cuajada de cofres
como yelmos de antiguos guerreros, teñidos de añil.

Te resulta sencillo
seducirnos y enredarnos la pupila
para que anide en tu probeta. Y llegan
nuestros labios lujuriosos
sobre el matraz convexo de tu aroma,
y llega lo fugaz e ingenuo
de la fantasía que tejimos cual castillo de naipes
urdida en la tentación de la promesa.

Desbordado el lacre y rasgando
la virgen desnudez de la inocencia,
se oye el chasquido incurable de lo roto.

Después,
anhelando el antídoto, lloramos . . .

porque sabemos, con esa intuición
muchas veces especial que nos preside,
que algo es intocable y sin embargo
sucumbimos al señuelo y, con alevosía . . .

porque son esas esquinas obscenas
que despuntan de codicia
o ese hueco celofán de visiones alcahuetas
las que siembran la galerna, y lo sabemos . . .


Estremece la pasión
con la que a veces abrazamos la emboscada
y ese gesto de ansiedad
con el que ingerimos la cicuta . . .


Del libro "En el confín de los secretos"

6 comentarios:

Sandra Garrido dijo...

Más o menos como cualquier humano despiadado, que se disfraza para cazar a su presa, la diferencia es el lenguaje, la planta embelesa con sus colores y nosotros con las palabras.

UN abrazo
Sandra

Pilar Iglesias de la Torre dijo...

cierto Sandra, es exactamente como dices

Maribel Sánchez dijo...

Pilar!!! hay tantas "plantas" como esta "sueltas" que "asusta" solo pensar.

Un abrazo

Pilar Iglesias de la Torre dijo...

tal como le comentaba a Sandra, Maribel, estoy convencida de la gran capacidad de autoengaño y engaño del otro, que poseemos los humanos, por eso utilicé, ese símil botánico para esta reflexión

somos, tanto para nostoros mismos, como para nuestro entorno, de los elementos más peligrosos que actualmente viven sobre el planeta

me alegro de que comprendieras el sentido de lo que quería decir

un abrazote

Pilar

Anónimo dijo...

Hola!
Este poema es de mucho contenido.
Hay personitas en estos mundos de Dios para el que crea y para el que no en estos derroteros que viven susurrando como las serpientes...con la lengua a medio sacar dispuestas a clavar sus colmillos justo cuando pase el segundo caminante...le entierra el veneno y así lo obliga al morir a abandonar a quien acompañaba.-..pero es que mudan la piel...y a veces cuando no deben y se les queda el cuerpo justo en el punto que nos permite ver su verdadera intención...
Todo se paga amiguita mía...solo nos toca sentarnos a esperar pasar el cuerpo de nuestro enemigo cuando lo lleven a enterrar
un besito
Mary Sol Pérez

Pilar Iglesias de la Torre dijo...

cierto, Mary Sol, hay infinidad de disfraces en este mundo, pero ellos solos cavan su tumba

un beso

Pilar