Tapizando la ladera de la Faiada.
HAYEDO DE MALPÁS. Alta Ribagorza. Lleida. Pirineos.
Ahora que
el cárdeno reflejo del otoño
viste las voces de los árboles y
la crema parda de los hongos
acuesta su sombra sobre el suelo,
ahora que
las sílabas caídas otro tiempo
duermen sus noches entre musgo
y la esperanza del verano
liquida los restos de cosecha, ahora,
ahora los sueños van pasando
como cicatrices de nubes en el cielo y el
imperio construido en esmeralda
desvanece su estructura
en un vaho de humo que se aleja
sobre el arco escarlata de horizonte . . .
Del libro "En el confín de los secretos"
6 comentarios:
Pilar...
Belleza en tu poema. Con tu sello.
Ha sido un placer llegar a tu blog.
Recibe mi afectuoso saludo...
Raúl (Walter...)
gracias, Raúl, el placer es mío al saber tu visita en mi ventana
un abrazo
Pilar
Pilar, la primera vez que pisé Malpás, creí estar en otro mundo, donde el silencio podía escucharse, donde la mezcla de colores se hacía interminable a la vista,nada, absolutamente nada puede romper allí la paz sea verano, otoño, invierno, primavera... todo queda curado, todo sueño es diminuto ante aquella realidad.
(me enrollo más que una persiana!)
Aaaaaay.
Beso enorme.
allí puede sentirse la simbiosis con todo aquello que nos forma, Maribel.......un oasis donde pueda escucharse la voz de la Tierra y sus habitantes
un besazo
Pilar
ahora que
las sílabas caídas otro tiempo
duermen sus noches entre musgo
y la esperanza del verano
liquida los restos de cosecha
PILAR
Cuánta belleza en esta metáfora...
Ha sido un placer compartir tu acuarela poética.
Un abrazo.
querido Néstor,
la belleza intrínseca del paisaje, se incrementa por los ojos artífices de sentimiento, como lo hacen los tuyos, al recorrer el entorno
un milagro, la distancia encongida por los hilos cibernéticos
un abrazo.........Pilar
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