Me reclamaba el musgo
mientras dejaba pasar la inercia del paisaje.
De antaño conocía el papel de los regatos
por mucho que quisiera ahora distanciarme.
Fue ese otro yo que rebobina las cascadas,
quien percibió el decalaje del aljibe y
se deshizo el pretexto
acuñado en márgenes extraños.
Vestirme de rotring, no sirvió.
La orografía de la entraña, reclamaba el grito y
la nostalgia, no era sino marchamo
del esqueleto subyacente
que siempre fue mi nombre.
mientras dejaba pasar la inercia del paisaje.
De antaño conocía el papel de los regatos
por mucho que quisiera ahora distanciarme.
Fue ese otro yo que rebobina las cascadas,
quien percibió el decalaje del aljibe y
se deshizo el pretexto
acuñado en márgenes extraños.
Vestirme de rotring, no sirvió.
La orografía de la entraña, reclamaba el grito y
la nostalgia, no era sino marchamo
del esqueleto subyacente
que siempre fue mi nombre.
Del Libro: "RMN"
4 comentarios:
Pilar:
Es difícil distanciarse de tu nombre, de tu esencia vegetal
de la alta torre desde la que
el paisaje se hace
luz y horizonte en tus almenas.
No podemos negarnos Pilar, tu lo dices muy, quien siempre nos dirá la verdad, nuestra verdad será nuestro interior, nuestra entraña...los madres mías y los remordimientos son consecuencia de actuar en contra del pensamiento.... Que te voy a contar que no sepas si fuiste tú quien escribió el poema.
Por cierto un poema con una reflexión valiente.
Sandra
querida Ana,
sólo los que se dejan penetrar por los aromas de la naturaleza, comprenden por qué respira
y....tú, lo sabes
mi abrazo hasta el sur.....Pilar
tieness toda la razón , Sandra,
nuestro interior, nunca nos engaña, porque somos nosostros mismos, y sobre nosotros, no valen las cortinas
un besazo, mi benjamina............Pilar
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