LA GRAFÍA ABISAL DEL ABORDAJE

Agujeros negros de insaciable arquitectura,
esos diedros de las sombras
delineados en la osada concupiscencia del latido.
¿Qué druida pinceló el brebaje?..........¿Qué rotring

vulneró sin contrición
el lienzo inmaculado de un virgen pentagrama?

...... Es así
como destapan las vestales
el broche rítmico del pecho y se descorren los cerrojos
del encriptado laberinto
de aquel cubo de Rubik, que tanto sabe codiciar
su más íntimo secreto........Fuera noche el piroclasto,
y sería veredicto indiscutible en la ignición
del pronombre clandestino que, en tu allá,
espera en duermevela, para mí.
Dialecto a beber, cual surfactante.....¡Ay,
perplejidad la del reflejo,
en su tangente gemir en la agonía! ¡Suspiro tácito,
la boca del azogue
en su ávida sed de incertidumbre!

...... Nada, el suponer. Nada, el aunque, o
el mientras tanto. Porque, del endórfico viaje hacia lo ignoto,
siquiera el más salvaje grito,
injerta el ADN de una nova......Sólo
la grafía abisal del abordaje,
comprende la logística
de un ikebana cósmico. Eterna ceremonia,
la del hundirse a tumba abierta en el instante.

...... ¡Oh, rúbrica instalada
más allá del pliegue desnudo del espíritu!
¿Dónde preñaste el diccionario
con el zarpazo inflexible de la furia?
¿Dónde tu alfabeto
sin expirar, amplifica el delirio?

sofisticado sugerir, el erótico desembalar del pensamiento