sábado, 27 de octubre de 2007

EL ESCOTE DEL ADENTRO



Transparente cárcel de espigas rojas,
intentando surgir
de un silíceo substrato.

..... No digas: ¡qué silencio!, sino,
tinté de ketamina
la epidermis del periódico.

Asesinar la hora de enfrentarse
con el bisel acerado de tu propia auditoría,
sólo significa,
desleírse en la ignorancia de un campo baldío. Pero,
desconoces la inquebrantable inercia
de la voluntariedad cósmica, y
la permeabilidad intrínseca de cualquier vitrificado.

..... Imposible demoler
la magmática vocación de insurgencia
o encerrar en un matraz, el albedrío.
Relámpago cardinal, el escote del adentro
como brocal inexorable
al bastión de nuestro nombre. No podremos nunca
sustraer su camino al escarlata
por mucho que infectemos de tétanos
la integral de la saliva, o
carguemos de grilletes, las geodas.
Del Libro: "RMN"

No hay comentarios: