viernes, 9 de noviembre de 2007

EL VEREDICTO DE LA PIEL



Cuando ya la postración
era menú grabado en la etiqueta,
un deshielo de goniómetro,
pronunció otra vez la hipotenusa. Y,
acróbata del verbo, la gaviota se lanzó
en persecución del azimut
que el responso agonizante,
había inhumado, abatido, bajo la cripta.

...... De súbito, lo supe,
gran angular, escalofrío, ese veredicto de la piel
en alocución irrebatible. Insoslayable,
el silicio existencial del lenguaje cibernético,
mientras derrama la lluvia
su simiente en la alborada.....Capital a la pupila
el brío desde entonces, y
un acuífero matriz
que nunca más se rinde.

..... Mágico, el beso de la estrella,
sobre el regazo de la roca.

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