No soy yo......quizá sea la tierra.
Pero, no, tampoco es la tierra,
ni los surcos, ni las trochas abiertas paso a paso.
Ni siquiera el diedro de Pinthrat
o el torrente descalabrado entre arenisca.
No.......no es el oeste, ni la rosa de los vientos
o la confluencia fluvial de la saliva........Es un error,
la desviación sobre el canchal
que la ingletadora de mi mano, calculó.
Ese tajo inadecuado, imprevisible,
que violó la milenaria quietud de los glaciares.
El inútil parpadeo de libélula
al estornudar sobre los lirios........Sí,
fue eso....es eso,
la ausencia de bufanda a dos mil metros
cuando los tritones creían estar en primavera
y la neuralgia intercostal
que un citomegalovirus sin control,
sembró sin miramientos, al descorrer la cortina del paisaje.
un mail contaminado
por viento de montaña
Pero, no, tampoco es la tierra,
ni los surcos, ni las trochas abiertas paso a paso.
Ni siquiera el diedro de Pinthrat
o el torrente descalabrado entre arenisca.
No.......no es el oeste, ni la rosa de los vientos
o la confluencia fluvial de la saliva........Es un error,
la desviación sobre el canchal
que la ingletadora de mi mano, calculó.
Ese tajo inadecuado, imprevisible,
que violó la milenaria quietud de los glaciares.
El inútil parpadeo de libélula
al estornudar sobre los lirios........Sí,
fue eso....es eso,
la ausencia de bufanda a dos mil metros
cuando los tritones creían estar en primavera
y la neuralgia intercostal
que un citomegalovirus sin control,
sembró sin miramientos, al descorrer la cortina del paisaje.
un mail contaminado
por viento de montaña
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